14 de agosto de 2009

"Sopa de mariscos" del poemario : "Venus de pubis raso"

Foto: L.G.
Sopa de mariscos
 
Vamos juntos con el sol pegado a la cara
Vistes una blusa blanca y esos pantalones ceñidos que se confunden con tu piel
y esculpen tu cuerpo como hermoso mármol desnudo
En el restaurante sólo comes una sopa de mariscos
Te invito a tomar unas cervezas
y luego a ese pequeño hotel donde una cama ancha nos espera
Tímidamente nos despojamos de la ropa hasta alcanzar esa desnudez
y con asombro miro cada línea que te dibuja
Toco tu cuerpo fino como rama verde
Tus senos delgados y ligeros
Lo prominente de tus nalgas
y esa cintura de febrero que casi circundo con una mano
Te observo toda
y te siembro en mi piel y mis huesos
mientras el deseo crece
Unos besos cortos rompen la distancia
y unas caricias tímidas nos acercan más
Te reclino dócil sobre aquella cama grande
Me deslizo despacito sobre tu ombligo y tus senos impacientes
justo cuando la tarde hace el silencio
Nuestras miradas se ocultan dando paso a la pasión
yo beso tu cuello largo de piel durazno
y siento el fuego de tus pequeños labios como brasas
Otros besos apasionados rompen todas las dudas
Te entregas toda y yo te lleno con mis caricias y mis ardores
Entro sin prisa en ti y una expresión de dolor y éxtasis se labran en tu rostro
Me pides más y me hago huracán sobre tu cuerpo
Tus gemidos y los míos se mezclan
y tus aguas llegan una primera vez
Tus senos pequeños llenan mi boca Muerdo tus pezones rosados
tú gimes hasta alcanzar ese otro orgasmo
y contamos cuatro cinco seis
Te aferras a mí y mi pene se mantiene erecto en lo cálido de tu vagina
Como ágil amazona me cabalgas impetuosa
y mueves tu pelvis como serpiente
No te detienes No me detengo
Te apoyas sobre mi pecho Jadeas y lames mis tetillas y mi sudor
Me obsequias ese aroma sensual de tus cabellos sudorosos
y desbordas de nuevo tus aguas repetidas veces
Logro contar veinte veintiuno veintidós
Llego yo también
Mi semen como río llena lo adentro y lo afuera de tu cuerpo
y un gesto de satisfacción nos invade
Nuestros sudores corren en una misma dirección
El cansancio nos abraza y pequeñas luces parecen dar vuelta alrededor




No hubo tregua
No hicimos preguntas
Solos Tú yo… y esa sopa de mariscos.


Del poemario inédito : "Venus de pubis raso"
De: Miguel Granado-Troconis