El de la voz gastada
Observo tu andar zigzagueante como rayo eterno
y las curvas solemnes de tu cuerpo impenetrable
cuando desapareces entre nubes
y cada mirada se convierte en deseo
La gente enmudece a tu paso
Un pensamiento se dibuja en todas sus miradas
Los hombres codiciosos
saltan con sus pupilas cáusticas
Las mujeres persignan sus envidias
y
hasta los perros ladran al cielo por tu andar sensual
Soy zapato que descubre tu ruta
Piel que transpira todos tus sudores
El de la voz gastada
cuando quiere gritar tu nombre
Soy el que vigila tu sombra debajo de los árboles
esperando ser el aroma que te envuelva
Te amo
pequeña palomita.
Del poemario inédito: "En las Fronteras de tu cuerpo"
De: Miguel Granado-Troconis